Santiago Fashion Week

Hoy en Santiago, se dio inicio al primer Fashion Week. El primer supuesto encuentro de la moda a niveles internacionales, espero que con la idea de que a través de ésto se generarán incentivos para lograr diseñadores íntegros, capaces de darle a los chilenos prendas de calidad que nada tengan que envidiarle en cuanto a diseño y confección a las de otros paises.
Es poco conocido en profundidad el tema y panorama del diseño de vestuario en Chile, especialmente porque en los últimos años ha habido un emerger de numerosos "diseñadores" jóvenes, los cuales han apostado por el emplazamiento de sus tiendas y talleres alejados del efecto mall, en zonas céntricas de Santiago (Bellavista, sector Bellas Artes, Lastarria y Providencia), quienes aunque han demostrado que está surgiendo un interés en personalizar el vestir cotidiano, han ocultado, de cierta forma, los reales y profundos intereses de esta rama del diseño y del arte. Creo, por lo que se puede ver con el sólo hecho de recorrer estas tiendas, que el oficio de cortar y confeccionar se ha perdido a tal nivel que sólo queda el cambiarle el nombre de diseñador de vestuario a "generador de prendas efímeras desechables válidas por una postura" (en primer lugar porque el mal calse de éstas hacen verse tan mal que sólo se comete el error una vez y en segundo lugar, porque lo más seguro es que la pilcha no pase del primer lavado).
Realmente espero que este acontecimiento urbano del Fashion Week produzca un estado de reflexión en el desarrollo de esta área, poniendo en valor los reales intereses del crear con amor y dedicación prendas que sean capaces de influir en el espíritu de quienes las llevan. Que enaltezcan la maravilla que es el cuerpo humano, no deformándolo, con buenos acabados y cortes, para que la moda no se siga tranformando en cosa de 3 meses que dura la temporada, sino que en cambio sean prendas eternas que se puedan ir adaptando en relación a otras y así hacer de este rubro algo serio y confiable. De esta manera volveríamos a soñar con poseer verdaderas obras absolutamente vigentes en años a venir por las cuales felizmente desenbolsaríamos los montos que nos exijen al salir de las tiendas.
Es un largo tema este, y como en todo, no se puede generalizar... en un proximo post los invitaré a conocer a algunos de los exponentes que a mi gusto valen la pena y como casi siempre sucede, poca importancia se les da.